La finca de Meín aparece en la de Historia de Galicia como uno de los primeros asentamientos de población, nacido a la sombra del Monasterio de San Clodio, que tan ligado estuvo al origen de la viticultura en la comarca del Ribeiro en los siglos XI y XII. Dicho de otra forma, allí, en Viña Meín y San Clodio, es donde nació el Ribeiro.
Los monjes que plantaron las primeras cepas no se equivocaron. La tierra de sabrego, las suaves laderas y la orientación al mediodía y poniente configuran un entorno ideal para la viticultura.
Viña Meín posee 16 hectáreas de viñedos situadas en las mejores laderas del Valle del Avia (San Clodio y Gomariz), cuya producción cubre por completo la demanda de la bodega.