Albillo Real 2018

Se realiza llevando a cabo una separación por parcelas. Las uvas maceran 24 horas en frío, luego se prensan los racimos enteros y se encuban hasta que arranca la fermentación de forma natural con las levaduras de la propia uva. Esta última se alargará durante tres semanas. Una vez fermentado el mosto, se lleva a cabo una crianza de 6 meses en barricas usadas de roble francés de 300 y 500 litros de capacidad, con batônages en cada luna llena. Un 30 % se elaboró sin sulfitos realizando la maloláctica, aportando al vino mayor cremosidad.

Color pálido y aromas que nos recuerdan ligeramente a dulces de miel, peras, jazmín, piel de naranja. Un vino denso, untuoso y sedoso con un final salino y mineral, potenciado por un ligero amargor y una equilibrada acidez que hacen más sorprendente su paso en boca.