La historia de Condado de Haza define a la perfección por qué Alejandro Fernández es uno de nuestros bodegueros insignes dentro y fuera de nuestras fronteras.
Descubrió una ladera de suelos pobres y perfecta orientación que reunía las condiciones adecuadas para el cultivo y se armó de valor para montar una bodega al estilo de los châteaux franceses para elaborar los frutos de la variedad que tan bien dominaba en Pesquera, la Tempranillo. A día de hoy, más de dos décadas más tarde, los vinos de Condado de Haza gozan de fama internacional.